La gran muralla verde china.

. miércoles, 30 de julio de 2008
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La "Muralla Verde" de China es el proyecto de reforestación más grande del mundo, donde se ha invertido unos 8.000 millones de dólares y se prevé completarlo hacia el año 2050, cuando alcanzaría un largo de 2800 millas (4480km).


Como antecedente a este proceso de reforestación es necesario situarnos en la meseta de loess (ver imagen) del curso medio del Río Amarillo (Huang-he), donde apenas hay lugares que no hayan sido trabajados. La región comprende trozos de las provincias de Shanxi, Gansu, Shaanxi y la región autónoma de Ningxia (mapa de China) y es una de las zonas agrícolas más antiguas del planeta y matriz de la civilización china.

El secreto de esta zona es el loess, una arcilla muy fina formada por polvo de roca que, transportada por los vientos se fue asentando aquí durante milenios. Del loess resulta una tierra fértil, pero frágil. Siglos de deforestación, excesiva población y pastoreo, resultaron en un ecosistema desertificado. Cualquier lluvia fuerte hace que la tierra sea violentamente arrastrada por los torrentes de esta región que, vista desde el avión, es como un millón de pequeños cañones del Colorado.

Cabe señalar que hace 1500 años que el río Huang-he ya se llamaba "Amarillo", como el Mar en el que desemboca, y no por capricho. Si los grandes ríos europeos llevan una media de 50 gramos de tierra por medio metro cúbico de agua, el Amarillo puede llegar a transportar hasta 300 kilos. Es un río de fango amarillo cuyas avenidas costaron la vida a millones de campesinos y hacían variar hasta mil kilómetros el lugar de su desembocadura, bien cerca de Pekín (o Beijing).

La tierra de loess es dura como el cemento. Los primeros emperadores chinos construyeron con ella el sector de la gran muralla que transcurre por el norte de esta región, marcando la frontera histórica entre tierra cultivable (China) y la gran pradera de los pueblos de la estepa de tradición nómada pastoril. Pero esa tierra dura se convierte en liviana cuando por ella ha pasado el arado del campesino en primavera. Es entonces cuando los vientos de la estación se encargan de levantarla en nubes amarillas y llevársela hasta Pekín, Corea o Japón en forma de devastadoras tormentas de arena.

Ésta es una de las cuatro zonas del planeta que más sufre este tipo de fenómenos, que en los últimos años se han recrudecido a causa de la acelerada desertización producida por la sobreexplotación de la tierra, la urbanización desenfrenada y la deforestación.
La consecuencias significarán un aumento de los problemas respiratorios sobre todo para asmáticos y cardiópatas. La calidad del aire durante los Juegos Olímpicos podría también verse amenazada.

Polución en Beijing y las Olimpiadas.


Para mejorar esta situación, cada año centenares de miles, mejor dicho, millones de chinos, plantan árboles. Ocurre desde hace 26 años, desde que una resolución de la Asamblea Nacional estableciera, en 1981, que: "todos los chinos de mas de 11 años, excepto los ancianos y enfermos, los débiles e inválidos, deben plantar voluntariamente de tres a cinco árboles, o realizar un trabajo de cuidado de árboles y planteles equivalente".

Se trata de un proyecto de 70 años que debe extenderse hasta el 2050 y que debe crear un "muro de contención" verde a lo largo de 4480 kilómetros alrededor del desierto de Gobi (ver imagen) en el noroeste de China; la "Gran Muralla Verde de China". Alrededor del 27% del territorio de China es desierto, más de 2,6 millones de kilómetros cuadrados. Al avance de la desertificación se le opone la mayor campaña de reforestación de la historia.

Oficialmente los "bosques" cubren el 18% de la superficie del país, casi dos puntos más que hace dos años, y el objetivo para el 2010 es alcanzar el 20%. Según cifras que se encuentran en la red, anualmente se dedican a ésta labor en el conjunto del país 540 millones de personas (el 46% de la población china útil) y se plantan alrededor de 2200 millones de árboles. Si esas cifras fueran correctas- algo bastante discutible- se habrían plantado ya 55.700 millones de árboles desde 1981 en una superficie similar a la mitad de España. No hay duda de que el esfuerzo y la voluntad aplicada son meritorios, pero, ¿cuál es la realidad?. Como tantas veces ocurre en China, los resultados están lejos de ser satisfactorios.

Green Wall Project (CNN)

Hasta ahora, el proyecto no es más que una declaración de buenas intenciones con pobres avances. A pesar de todo, la Gran Muralla es prueba de lo que los Chinos son capaces de hacer, aunque no faltan los escépticos que sostienen que el muro no hace nada para abordar la raíz del problema; el desarrollo sostenible y la superpoblación. Por esto la construcción de la "Gran Muralla Verde" de China está llamada a ser más compleja que la histórica obra de la que se inspira su nombre.

Como último dato: la dimensión de las tormentas originadas de esta zona es tal, que en 2001 un equipo de científicos de EE.UU. determinó que la arena del desierto de Gobi, durante las tormentas, podría viajar a través del Pacífico e incluso llegar hasta California.

Tormentas de arena cruzan el Pacífico.

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3 COMENTARIOS:

Anónimo dijo...

gracias por su gran ayuda¡¡¡ de verdad GRACIAS¡¡¡

Anónimo dijo...

Superr estoo de chinaa

Anónimo dijo...

Selena es una copiona :) y que aburrido fue leer esto!