Trucos corporales para combatir pequeñas dolencias (I)

. miércoles, 7 de marzo de 2007
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Aquí van los primeros nueve prácticos consejos para aliviar (de forma natural) esos pequeños y molestos achaques con los que el cuerpo nos "obsequia" de tanto en tanto.
Mañana, los últimos 9 consejos.
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18 trucos que enseñarle a tu cuerpo (parte I)
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Aliviarse la picazón, curarse un dolor de muelas, despejarse la nariz...
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Por Kate Dailey (Salud);
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1. Si te duele la garganta, ráscate una oreja.
Cuando tenías 9 años, hacer ruiditos con el sobaco era guay. Ahora, como adulto, aún estás a tiempo de apreciar algunas hazañas asociadas con el cuerpo, aunque eres más selectivo.
Por ejemplo, tomemos ese cosquilleo en la garganta; no merece la pena que lo amordaces. Aquí tienes un método mejor para aliviar tu picazón: “Cuando se estimulan los nervios de la oreja, se crea un reflejo en la garganta que puede causar espasmos en el músculo”, dice el doctor en medicina Scott Schaffer, presidente de un centro especializado en otorrinolaringología en Gibbsboro, New Jersey. “Este espasmo alivia el cosquilleo”.
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2. ¡Experimenta la audición supersónica!
Si en un cóctel estás hablando pegado a una cotorra parlanchina, dirige hacia ella tu oído derecho. Según investigadores de la Escuela de Medicina David Geffen en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), es mejor que el izquierdo a la hora de seguir el ritmo rápido de las conversaciones.
Si, por el contrario, vas en un ascensor intentando identificar la canción que suena bajito por la música de ambiente, dirige hacia el altavoz el oído izquierdo. Va mejor a la hora de reconocer tonos musicales.
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6. ¡Combate la acidez sin agua!
¿Te preocupa que esas alitas de pollo se te repitan esta noche? “Duerme sobre tu lado izquierdo”, dice Anthony A. Starpoli, doctor en medicina, profesor asistente de medicina en el Colegio de Medicina de Nueva York y especialista en gastroenterología en aquella ciudad.
Los estudios han demostrado que los pacientes que duermen sobre el costado izquierdo son menos propensos a sufrir reflujos ácidos. El esófago y el estómago se conectan en ángulo. Cuando duermes sobre el lado derecho, el estómago queda más alto que el esófago, lo cual permite a la comida y a los ácidos estomacales deslizarse hacia la garganta. Cuando duermes sobre el costado izquierdo, el estómago se encuentra por debajo del esófago, de modo que la gravedad juega a tu favor.
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9. ¡Haz que el mundo deje de girar!
¿Demasiado mareado por esas copas de más? Coloca tus manos sobre algo estable.
La parte del oído encargada del equilibrio – la cúpula – flota en un fluido con la misma densidad que la sangre. “A medida que el alcohol se diluye en la sangre, la cúpula se hace menos densa y aumenta su volumen”, dice el Dr. Schaffer. Esto confunde al cerebro. El contacto táctil con un objeto estable le da al cerebro una segunda opinión, y sientes que tienes más equilibrio. Esto sucede gracias a la sensibilidad de los nervios de la mano, y funciona mejor que el paseíto que la sabiduría popular recomienda.
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